Qué fotógrafo más descarado, el puto paparazzi. Entró por el balcón y casi le mete la lente en el culo a la chica. Y ella está tumbada pensando: "¿Por qué no habla mi marido? Tal vez sea una broma. Y el marido piensa lo mismo de ella, y empieza a meterle el culo aún más fuerte. Y así es como tienen a la pareja en un rollo. ¡Mierda, deberíamos cerrar las cortinas!
Sólo con mirar a estas rubias apasionadas dan ganas de meterles la polla en la boca. Qué hábilmente pulieron la polla de su colega, conocen muy bien su trabajo y no hay nada que decirles.