La mulata es tan menuda, no sólo sus tetas, sino también su visón y su culo. Y qué decir de su cintura, qué cintura, como la de una hormiga. En definitiva, el apretado coño se llevó una cogida loca de semejante polla. Pero ella era la única que gemía, ¿y el hombre era completamente de madera, con una polla así y una mulata al lado? A duras penas llegué al final, todo estaba hinchado y tieso, casi me corro diez veces.
Puedo ver el café y la leche aquí. Cuerpos tan diferentes, opuestos, que dan ganas de sumergirse en este cuento de hadas y olvidarse de todos los problemas. La chica empezó a excitarse, y el tipo decidió que lo haría mejor. Utilizó un vibrador y luego deslizó sus dedos en la apretada vagina. La rubia se excitó y comenzó la apasionada variedad de sexo de la pareja.